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La técnica de masaje infantil es un método muy beneficioso y poco conocido.
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La matrona de ASERHCO, María Aller, nos explica los 7 beneficios del masaje infantil para los bebés.
¿Qué es el masaje infantil?
El masaje infantil es una técnica milenaria que aporta múltiples beneficios al bebé.
El masaje infantil es una antigua técnica de estimulación táctil muy agradable que aporta grandes beneficios físicos y emocionales al niño que lo recibe.
Aunque su origen está en Oriente, fue el doctor francés F. Leboyer el que decidió traer estas técnicas a Occidente y denominar la técnica como «Shantala«.
¿Por qué puede ayudar al bebé?
La piel es el órgano más extenso que disfrutamos en el cuerpo. Ya en el útero materno somos capaces de percibir temperatura y presión y cuando nacemos nuestra piel se convierte en receptor de multitud de mensajes que nos ayudan a regular nuestro estado anímico y emocional así como a equilibrar el funcionamiento de nuestros órganos. Es nuestro contacto con el mundo tanto para expresarnos como para recibir información de nuestro medio.
El ser tocados con amabilidad por nuestras figuras de apego, nos ayuda a establecer el vínculo y proporciona un momento de calma y relajación para ambos. Es un instrumento de comunicación y de vínculo.
6 beneficios del masaje infantil
Estimula el Sistema Nervioso
Crecen las ramas neuronales y acelera la mielinización del sistema nervioso cerebral. El contacto llega al cerebro creando conexiones cerebrales y permitiendo al bebé establecer su propio mapa corporal.
Estimula el desarrollo de la motricidad.
El masaje infantil también influye en la estimulación de la motricidad de los bebés. Con el tacto y el contacto con sus padres se estimula al niño a través de distintos movimientos.
Regula el sistema respiratorio, cardiaco, gastrointestinal y endocrino.
Esta técnica favorece el retorno de la sangre del bebé al corazón y la salida de la misma genera un efecto relajante y favorece la oxigenación. Se estimulan las hormonas y se alivian los síntomas gastrointestinales como cólicos y gases.
Estimula al bebé a la relajación con lo que ayuda a mejorar el sistema inmune.
El contacto con sus padres o cuidadores y las técnicas de masaje hacen que el bebé se relaje y calme, lo que a su vez fomenta la resistencia de su organismo.
Aumenta la percepción de seguridad del bebé.
Estar acompañado, arropado por sus seres queridos favorece la seguridad en si mismo del bebé.
Induce al vínculo afectivo padre-madre o cuidador con el bebé.
El masaje infantil favorece en gran medida el vínculo afectivo que el bebé crea con la persona que lo efectúa. Es un momento realmente único para compartir con el bebé y que tanto los progenitores/ cuidadores como el bebé se relajen.
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