Alimentos veraniegos II. Sandía
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31 julio, 2018El tomate o Solanum Lycopersicum es un alimento muy recurrente en verano. Lo vemos en ensaladas, gazpachos y platos continuamente. ¿Quieres saber sus propiedades y aprender una sencilla receta?
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Orígenes y propiedades del tomate
El tomate proviene de las montañas de los Andes, pero los primeros que lo cultivaron fueron los aztecas en México. A partir de 1492, con la llegada de los conquistadores españoles al sur de América, el tomate se introdujo en España. Se tiene la creencia de que llegó a Sevilla en el siglo XVI y desde allí se comercializó en Europa. En concreto, el tomate fue muy bien acogido en Italia, dónde hoy en día forma parte de la gastronomía propia del país.
Si hablamos de sus propiedades, además de su baja cantidad de calorías, el tomate es fuente de minerales como el potasio y el magnesio. Es fuente de vitaminas B1, B2, B5 y C. La vitamina C funciona como una función protectora del organismo.
También contiene altos niveles del antioxidante licopeno que previene enfermedades de corazón y cáncer, ácido fólico que promueve la regeneración celular y estimula los folículos pilosos, manteniendo fuertes el cabello, los huesos y los dientes.
Otros usos
Además de en la alimentación, el tomate está muy presente en el mundo de la belleza y los cosméticos. Marcas muy famosas apuestan por añadir el tomate en sus cremas y mascarillas. También se utiliza para aliviar quemaduras y como repelente de mosquitos.
Una receta veraniega con tomate
Solemos encontrar este alimento en ensaladas, platos o acompañando bocadillos o sándwiches. Sin embargo, la manera española por excelencia de consumirlo en verano es en forma de gazpacho. El gazpacho es un plato andaluz que data de la época de Al-Andalus. Te damos una breve receta:
- Ingredientes: medio kilo de tomate maduro, 1 diente de ajo, medio pimiento verde y medio pepino, aceite de oliva.
- Elaboración: pela todas las hortalizas bien y añádelas al vaso de la batidora. Añade el diente de ajo y el aceite de oliva (unos 15 decilitros) y empieza a triturar. Ve añadiendo agua según la densidad que busques. También puedes añadir dos cucharadas de vinagre y un poco de sal para potenciar el sabor. Cuando la mezcla esté ya bien triturada la tendrás que colar por un chino y ya estará hecho. Déjalo enfriar en la nevera durante una hora y listo.
Esperamos que os haya gustado conocer más sobre este alimento tan nutritivo y que probéis a elaborar en casa este clásico de la gastronomía española.
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2 Comments
Muy interesante, felicitaros por el blog.
Muchas gracias Juan, nos alegra saber que te interesan los temas que tratamos. Mucha salud.